Un empleado de un banco alemán se durmió encima de su teclado cuando se disponía a hacer una pequeña transferencia. El hombre debía transferir la cantidad de 62,40 euros de una cuenta bancaria perteneciente a un jubilado, pero se quedó dormido mientras que apretaba la tecla número 2 del teclado de su ordenador, por lo que transformó la cantidad en 222,222,222.22 euros (unos 293 millones de dólares).
El banco descubrió el error y fue corregido. Pero el caso fue llevado a juicio por la supervisora del empleado afectado que fue despedida por permitir el error a la hora de verificar la orden. Al final, el tribunal dictaminó que la demandante, una mujer que de 48 años que llevaba muchos años trabajando para la entidad, tenía que ser readmitida en su puesto de trabajo.
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