El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue diagnosticado con una obstrucción intestinal durante la madrugada del pasado miércoles después de quejarse de dolor abdominal.
El mandatario ingresó en el Hospital de las Fuerzas Armadas (HFA) de Brasilia de madrugada y la expectativa, en un principio, era que se sometiera a exámenes y solo permaneciera en observación durante 48 horas. Sin embargo, la situación es más delicada y Bolsonaro deberá quedarse más tiempo.
La información sobre el estado real de salud de Bolsonaro es escasa, pero el cirujano Antonio Luiz Macedo, médico de confianza del presidente (el mismo que lo atendió después del episodio de la puñalada), fue enviado a Brasilia.
Fue luego de la llegada del profesional de la salud al HFA que se confirmó el traslado de Bolsonaro a São Paulo.
Según la revista Forum, en el HFA, Bolsonaro se sometió a un procedimiento con sonda nasogástrica en el que se extrajo aproximadamente 1 kg de contenido fecal. Esto se debe a que la obstrucción intestinal es un bloqueo total del colon (intestino grueso) que impide el paso de la materia fecal que circula en esa región.
La acumulación de materia fecal en el intestino puede provocar síntomas como malestar, dolor, calambres e hipo, signos que Bolsonaro viene mostrando desde hace más de una semana.
