Maurice es un gallo que vive en la isla francesa de Olerón y deberá comparecer ante el juez el próximo 4 de julio por cantar »demasiado temprano».
Corinne Fesseau es la dueña del animal y fue denunciada por una pareja de jubilados que tienen una casa de vacaciones cerca de la suya.
Los denunciantes se quejan de que el gallo canta demasiado temprano y lo que quieren es tranquilidad. Lo que quieren es que Corinne encierre a Maurice durante la noche porque las casas están en una urbanización y no en mitad del campo.
La mujer dijo que estaba dispuesta a dialogar, pero los vecinos se negaron a hacerlo.
El alcalde de Saint-Pierre-d’Oleron, Christophe Sueur, se ha indignado ante la denuncia: »Hoy denuncian el cacareo, ¿y mañana qué será? ¿Las gaviotas? ¿El ruido del viento? ¿Nuestros acentos?»
El debate se ha abierto en Francia al igual que pasó en España a comienzos del mes de mayo con el caso del dueño de un hotel rural de Soto de Cangas que denunció a un vecino que tenía un gallinero al lado de su hotel porque las gallinas molestan a los turistas que se hospedan en su negocio.
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