La ciudad australiana de Ingham, en Queensland, ha sido invadida por miles de murciélagos que están provocando estragos en la localidad. Estos animales están protegidos por la ley estatal de Queensland, lo que limita las formas en las que el gobierno local puede responder a la invasión que sufre a la ciudad.
También suponen una amenaza para la salud pública: se sabe que los murciélagos australianos son portadores del virus del lisisa, una enfermedad similar a la rabia transmitida a través de rasguños y picaduras.
BAT TORNADO:
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